Texto y fotos por Leticia Roa Nixon
La Madre Jessie Alejandro cumplió el 20 de diciembre dos años de haber sido ordenada en el sacerdocio en la iglesia Episcopal de Pensilvania.Desde entonces ha trabajado incansablemente para las comunidades latinas, asiáticas, afroamericanas y americanas.
«Han sido unos momentos de retos, batallas y además de inclusividad, pero hemos ganado cada reto, batalla, lucha y seguiremos en la inclusión», escribió en su página de Facebook.
El 11 de diciembre se le dio la bienvenida a la Virgen de Guadalupe en la iglesia de San Judas y la Natividad en Lafayette Hill. Desde ese día, dicha iglesia es la rama de la Iglesia de Crucifixión del sur de Filadelfia.
Marcos Ortiz y su familia fueron los padrinos de la corona que se le colocó a la amada figura de La Guadalupana.
El programa cultural organizado por la Madre Jessie y los feligreses incluyó al Mariachi Los Ángeles de México, al grupo de baile folklórico Ñuu Akun («Gente que ríe») y al grupo de danza azteca «Sangre Nueva» con Maxi Alvarado y Apolinar Aparicio.
Después de la misa y la colocación de la Virgen de Guadalupe en la iglesia, todos los asistentes disfrutaron de un convivio de camaradería familiar y hospitalidad de la Madre Jessie.
El 25 de diciembre de la misa hubo también una convivencia y celebración por el nacimiento de Jesús. Como siempre todos fueron bienvenidos a la casa de Dios en 203 East Germantown Pike, Lafayette Hill, PA 19444.