Texto y fotos Leticia Roa Nixon
El grupo del Movimiento Inmigrantes Líderes de Pensilvania (MILPA) de Upper Darby organizó una vigilia el 6 de julio por los 57 inmigrantes fallecidos el mes pasado.
Sesenta y siete fueron metidos en un tráiler sobrecargado sin aire acondicionado. Luego abandonados por el conductor, Homero Zamorano, en las afueras de San Antonio, Tejas.
Eran inmigrantes de México, Guatemala, Honduras y El Salvador que buscaban una vida mejor para sus familias.
Desi Burnette, la coordinadora estatal de MILPA frente al edificio de ayuntamiento de Upper Darby, afirmó que hay que exigir una reforma y sistema migratorio humano en este país. El sistema actual no valora a los seres humanos, solo las ganancias.
El activista Carlos Rojas recordó que está no es la primera vez que inmigrantes indocumentados fallecen de esta manera. “Tenemos que estar más unidos y fuertes para demandar una reforma migratoria”, precisó.
Hay un dicho de MILPA que expresa “a clase obrera no tiene fronteras” y la gente que viene a los Estados Unidos vienen a trabajar duro, finalizó diciendo Desi Burnette.
En paz descansen los 57 inmigrantes cuyas voces fueron apagadas de manera tan trágica.
